Los restos de Don Luis ya reposan en San Dionisio

Una misa de réquiem precedió el martes al traslado de los restos del recordado sacerdote Luis Bellido a una tumba que se ha abierto ex profeso al pie del retablo que preside, en su camarín central, Nuestra Señora del Mayor Dolor. La celebración eucarística comenzó a las siete y media de la tarde oficiada por el actual párroco de San Dionisio, José Luis Repetto Betes, con la presencia corporativa de la hermandad del Mayor Dolor y de muchos allegados al recordado presbítero que estuvo durante treinta años al frente del templo y la institución parroquial.

Publicidad

Los restos del padre Bellido reposaban en la Catedral, al igual que los de otros sacerdotes diocesanos fallecidos. Al finalizar la misa solemne se procedió al traslado en procesión hasta el lugar donde ya están depositados los restos de un presbítero que fue fundamental en el devenir reciente de la iglesia dedicada al Patrón de Jerez.

Publicidad

Conocido como el 'Padre Bicicleta', por el medio de transporte que siempre utilizaba, Luis Bellido acumuló en vida multitud de anécdotas, dada su peculiar personalidad, y sucarácter afable y espontáneo. Una de sus más conocidas frases era aquella en la que, refiriéndose al obispo Bellido, que fue su compañero de seminario, decía que si don Rafael era el Bellido Caro, él era el Bellido 'Barato'. Su mayor obra y empeño se dirigió a recuperar San Dionisio con obras que se prolongaron 13 años, más de una década en el que los trabajos avanzaban conforme conseguía fondos de aquí y de allá.

Publicidad

Su ministerio y su parroquia fueron prioritarios en vida, a los que se entregó en cuerpo y alma, siempre con un referente: Nuestra Señora del Mayor Dolor, al pie de cuyo altar ya reposan sus restos. Luis Bellido nació en el Arroyo en 1924. Hijo de un banderillero de la cuadrilla de 'Venturita', conocido por 'Guerrerito', se ordenó sacerdote en 1949, siendo su primer destino la Prioral de El Puerto de Santa María, de donde pasó a la Magdalena de Sevilla y más tarde a Jerez en San Marcos, San Lucas, San Juan de los Caballeros y, finalmente, San Dionisio, en cuyas habitaciones anexas vivía con su madre.

Publicidad